Marte ha estado presente en la cultura humana desde tiempos muy remotos y siempre asociado con el dios de la guerra, quizá la primera referencia escrita que tenemos del planeta es en los relatos del “Enūma Anu Enli” (tablillas que tratan sobre la astrología babilónica), datados alrededor del s. VIII a. de C. y cuyo nombre es Nergal (la estrella de la muerte) dios sumerio del inframundo y de la guerra. Posteriormente los egipcios lo llamaban Her Desher, (el rojo). Los antiguos chinos lo llamaron Huo Xing (la estrella de fuego).
En la cultura Inca Marte, se denominaba Aucayoc estaba ligado a las guerras y era protector de los generales de la nobleza incaica. En uno de los libros antiguos de los Mayas, Marte es representado como una bestia de nariz larga, el Códice de Dresden contiene tres tablas de Marte y hay un almanaque parcial en el Códice de Madrid.
En la mitología hindú, el planeta Marte es conocido como Mangala, y es identificado con el dios de la guerra Karttikeya. Los hebreos le llamaron Ma’adim, que significaría (el que se sonroja), los griegos Ares y los romanos Marte, era el dios de la guerra y amante de Venus. Incluso hoy, el símbolo del planeta es el masculino.
Según la astrología antigua, Marte gestiona dos signos importantes en el zodiaco que son Aries representado por el fuego, la voluntad y el impulso, y Escorpio aporta el agua y las emociones que producen sentimientos intensos y regeneradores. Marte representa el guerreo interior de cada persona, representa la fuerza que empuja a la acción que infunde coraje y hace ser atrevido al individuo dispuesto a tomar riesgo.
Galileo Galilei fue la primera persona en observar Marte con un telescopio, lo hizo en 1.609, a sus 45 años. Se tardaron 100 años en descubrir detalles del planeta como los casquetes polares o la llanura oscura de Syrtis Major. Los satélites Fobos y Deimos (en la mitología griega hijos de Ares y Afrodita) fueron descubiertos por Asaph Hall en 1.877. Fobos es la personificación del pánico y el miedo, mientras que Deimos es el dios del terror y la angustia. Fue a principios del siglo XX cuando Percival Lowell popularizo los famosos canales de Marte que desato una verdadera histeria sobre la existencia de malvados Marcianos.
Como no podría ser de otra manera Marte ha sido una fuente inagotable de inspiración para la ciencia ficción desde sus comienzos, una pequeña selección de los cientos de libros publicados:
Su característico color naranja rojizo es consecuencia de la oxidación de sus muchos minerales férricos en su superficie. Otra de las curiosidades sobre Marte es que sus puestas de Sol son azules, debido al polvo en la atmósfera. Noctis Labyrinthus (Los laberintos de la noche), en el impresionante Valles Marineris, es una fantástica formación geológica formada por cientos de valles tan profundos y enrevesados que a su fondo no llega la luz del Sol.
Hay un extraño fenómeno natural que se llama terreno araneiforme y se produce en el polo sur del planeta, en el cual se forman montículos con forma de araña cuando el hielo de Co2 que hay bajo la superficie se calienta y se libera.
Para una colonización exitosa de Marte, los factores críticos a los que debemos enfrentarnos son: (distancia, hábitat, energía, agua, oxigeno e inputs terrestres). En artículos anteriores del Blog hemos visto los problemas que plantea la distancia al planeta, veamos ahora como construir nuestra primera colonia.
Vivir en la Tierra es fácil, vivir en Marte no. Aquí con una pequeña choza, un iglú o una tienda de campaña nos podemos apañar y pasar una buena temporadita, en Marte nos tenemos que proteger de la radiación ambiental, de la baja presión, de la falta de oxígeno, de la falta de agua y de las inclemencias climáticas. Una hermosa y cálida mañana de verano en Marte nos depara temperaturas de -20 ºC.
Vivienda en Marte.
Una primera posibilidad, es la utilización de cuevas (tubos de lavas) que se encuentran en las zonas volcánicas de Marte. Una de las principales ventajas de las cuevas es que ya existen y por lo tanto, no hay que construirlas, algo que supone un importante ahorro de tiempo y dinero, además las casas cueva nos pueden proteger de la radiación solar, las tormentas de arena, los asteroides y otras inclemencias meteorológicas, estas ofrecen otra ventaja, ya que en ellas es más probable encontrar agua helada y también son lo suficientemente grandes para destinar una parte a cultivos.
Sin embargo, encontrar esas cuevas no es fácil, tendríamos que restringirnos a zonas volcánicas y escarpadas difíciles para aterrizar[1], por otro lado, su accesibilidad es compleja, tenemos que abrir una nueva apertura o tenemos que preparar ascensores y rampas de acceso, en todo caso dependerá de la profundidad a la que se encuentren, por tanto, es muy probable que esta posibilidad se utilice en una segunda fase de la colonización marciana.
[1] Aterrizar: DRAE 1. intr. Dicho de un avión o de un artefacto volador cualquiera: Posarse, tras una maniobra de descenso, sobre tierra firme o sobre cualquier pista o superficie que sirva a tal fin. Aunque la RAE acepta las palabras “Alunizar”, “Amartizar” y “Acometizar”, la Comisión de terminología de la Sociedad Española de Astronomía (SEA), aconseja la palabra “Aterrizar” ya que esta designa perfectamente el hecho de posarse sobre cualquier superficie, sea del planeta que sea.
Varias instituciones internacionales están planteando muy en serio la posibilidad de construir viviendas en Marte, esto lo plantean a través de concursos internacionales de arquitectura de los cuales el más representativo es el desafío 3D-Printed Habitat Challenge, la agencia espacial de Estados Unidos (NASA) premia con un total de 3,15 millones de dólares a las empresas que contribuyan al futuro urbanismo marciano. Recientemente, la NASA dio a conocer el ganador de esta competición, que ha contado con 60 participantes en total. Se trata de la agencia de diseño arquitectónico y tecnológico AI Space Factory, con sede en Nueva York, por el diseño del hábitat MARSHA Mars.
Otro de los concursos interesantes es el propuesto por la Mars Society para desarrollar una ciudad sostenible de un millón de habitantes en Marte, en el que destacó el proyecto español Nüwa diseñado por el equipo internacional SONet, formado por profesionales de diferentes disciplinas de la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña).
Todos estos proyectos se plantean utilizando materiales marcianos, es inviable mandar estos materiales desde la tierra; otro gran principio será construir con técnicas robotizadas de impresión 3D, en los próximos años estas técnicas se desarrollarán considerablemente en la Tierra y a continuación se trasladarán a Marte, y por último se utilizará frecuentemente la construcción neumática, no olvidemos que la presión en Marte es el 1% la de la Tierra y su gravedad es 1/3. Al igual que en el caso anterior pensamos que estas construcciones se realizarán en un momento posterior a los primeros asentamientos.
Nuestra Propuesta de hábitat marciano.
En artículos anteriores del Blog hemos visto el diseño de una posible nave colonizadora, las principales diferencias de nuestra propuesta con las actuales, es que el viaje se concibe como una nave de ida, aterrizaje en Marte y vuelta a Tierra. Nosotros proponemos que esa nave sea un hábitat-Marte completo, que trasladaríamos a Marte y se quedaría en su superficie. Este hábitat no solo se diseñará como vivienda permanente en Marte, sino que al menos el 50% de su volumen se destinara a sistemas de producción y fabricación, de tal manera que en el mismo instante de su llegada a Marte los colonos pueden vivir, producir su propio alimento y fabricar los recursos necesarios para su supervivencia.
Hemos desarrollado un diseño conceptual de nuestra propuesta de hábitat-Marte, con capacidad para 50 colonos, dando una importancia considerable a su “seguridad y comodidad”. Para ello diseñamos el casco de la nave rodeada de un conjunto de 90 cilindros metálicos de un ∅ 40 Cm, la función de los mismos además de reforzar la estructura, es acumular oxígeno, agua, nutrientes y algunos de ellos serán fotobiorreactores para la producción de algas (este es un punto crucial en la colonización, ya que las algas además de transformar el Co2 en O2, nos proporciona alimento y una biomasa fundamental para la obtención a través de biorrefinerías de muchas de las materias primas industriales que necesitara la colonia), además cumplen la función de aislar térmicamente el hábitat y proteger de la peligrosa radiación que existe en la superficie de Marte.
En la parte superior del hábitat habilitaremos una cúpula transparente de unos 3 m de altura, para tener una buena plataforma de observación del planeta y sobre todo de su espectacular cielo nocturno, justo debajo de la cúpula se instalará el centro de mando y control del hábitat.
La siguiente sección será la zona habitacional (dividida en 9 plantas), hemos calculado una superficie de 20 m2 por colono entre espacio individual y común, cada colono dispondrá de un camarote de 12 m2 y acceso a un conjunto amplio de zonas comunes (400 m2), cocina, comedor, spa, gimnasio, zona de ocio, sala de proyección, entre otros elementos.
La zona inferior del hábitat (alrededor del 50% del espacio, dividida entre 6 y 8 plantas) estará dedicada a producción, principalmente de alimentos (hortícolas, fruta, cría de pollos, conejos, industria agroalimentaria, etc.), cada planta o cada hábitat se especializará en un aprovechamiento especifico, como los ejemplos propuestos, ganadería o producción de hortícolas con tecnologías de aeropónica y luz leed.
La colonia se podría autoabastecer de alimentos dedicando uno de cada 4 hábitat a tal cometido (25% de los hábitat-Marte), el resto de hábitat se especializarán en otros usos, como hospital, escuelas, industria, mantenimiento, textil y todo lo necesario para que una colonia en sus primeros años pueda ser autosuficiente. Calculamos que, para estas tareas, dada la automatización del conjunto, en cada hábitat trabajara 1/3 de la población, el resto se empleara en explorar el planeta, investigación y desarrollo, captación de recursos y minería, creación de infraestructuras para nuevas colonias, etc.
La financiación de una colonización de esta naturaleza, que en primera instancia parece descomunal, no lo es tanto si se realiza un diseño adecuado de toda la organización, para ello es preciso considerar tres fuentes de financiación:
Colonia Marciana.
A lo largo de la historia el hombre ha colonizado territorios lejanos, en todos los casos, bien nos lanzábamos a la aventura sin nada o vendíamos todo lo que poseíamos y partíamos sin posibilidad de retorno, como ocurrió en las grandes migraciones hacia el continente americano. La colonización la promovía un país en espera de obtener grandes beneficios, la historia nos cuenta que pasado un tiempo (siglos en algunos casos), esos territorios acababan independizándose, casi siempre después de sangrientas guerras. Supongo que es ilusorio pensar que esta vez podríamos aprender algo de la historia y hacer las cosas diferentes.
En 1.967 se firma en la ONU el Tratado sobre el espacio ultraterrestre (Outer Space Treaty) negociado exclusivamente entre USA y la URSS, que posteriormente fue ratificado hasta por 110 países, actualmente este tratado está bastante obsoleto y no parece sencillo que hoy se pudiera establecer un nuevo acuerdo negociado y firmado por todos los países.
En 2.012 en una conferencia anual en la que se reúnen expertos para hablar del futuro de Marte (Red Colony) se plantearon tres propuestas distintas: que Marte sea una colonia y se gobernara desde la Tierra a través del gobierno de un país, que Marte se estableciera como colonia bajo gobierno de la ONU o que Marte y sus ciudadanos sean totalmente independientes.
No parece razonable gobernar un mundo a 200 millones de Km y si repasamos la historia y queremos evitar guerras de descolonización, lo razonable es que Marte desde el primer momento sea independiente y que cualquier humano que pise Marte con el propósito de quedarse de por vida sea considerado Marciano independientemente del país del que provenga.
Cuando nuestra nave espacio llegue a la órbita aparcamiento Marte, a cada uno de nuestros hábitats se le acoplan 3 impulsores (boosters) y aterrizara en la superficie. La nave espacio tiene capacidad para transportar 20 hábitat y un conjunto de naves almacén y complementos para desarrollar una colonia de 1.000 habitantes. Esta nave espacio regresara a Tierra y reanudara el viaje con una nueva colonia en la siguiente ventana dos años después.
En los primeros meses toda la actividad se concentrará en estabilizar la colonia, fijando los hábitats al terreno, poniendo en marcha los diferentes subsistemas de producción de alimentos, el montaje de una cúpula neumática de gran tamaño, la puesta en operación de los pasadizos presurizados entre hábitats, la instalación del SMR (Small Modular Reactor) para suministro energético de la colonia, la captación de agua del subsuelo, etc.
Organización del asentamiento.
Después de los primeros asentamientos en Marte, será necesario pensar en establecer una organización, que según nuestro criterio debe contemplar tres aspectos: Una ley general (constitución), una administración (gobierno) y un modelo económico (dinero[2]).
[2] Dinero: es todo aquel activo o bien que generalmente se acepta como medio de cobro y pago para realizar transacciones, básicamente debe tener las siguientes características: Debe ser aceptado universalmente, fácil de transportar, divisible e incorruptible (que no pierda valor con el paso del tiempo).
Sobre los otros dos aspectos si me gustaría dar una opinión, aunque sea solo con un claro afán de provocar.
La administración y la operativa del día a día debe ser una cuestión muy técnica en la que no caben ni grandes discusiones, ni grandes posibilidades de elección. Debe existir un protocolo de actuación muy preciso y riguroso, supervisado por una IA, sobre todo en lo relacionado con la supervivencia entendida esta como un derecho inalienable de todo ciudadano marciano. El resto de cuestiones, delitos, interacciones sociales y relaciones personales estarán reguladas por una “ley” o conjunto de normas y costumbres, consensuadas por todos, como en cualquier sociedad actual, quizá aquí sí, por una democracia participativa o directa.
Como características de los primeros asentamientos hay que destacar, que estarán poco poblados, apenas unos miles de personas, con una gran independencia del resto de asentamientos, altamente tecnificados y prácticamente autosuficientes.
¿Después de esto que nos queda? – NOSOTROS -.
En un entorno tan hostil como Marte y siendo un pionero, lo único que tenemos es el trabajo y el esfuerzo de todos, sin concesiones. Si alguien no sabe hacer algo se le enseña, si alguien está enfermo se le cuida, si alguien tiene un accidente se le cuida, si alguien pierde su sentido se le cuida, si alguien envejece se le cuida …y ya está...
Al menos durante las primeras décadas desde el inicio de la colonización marciana, no será necesario plantearse la necesidad de que exista el dinero, ni las transacciones económicas, al menos en el interior de Marte (el trabajo y esfuerzo de todos será la moneda vinculante). Podemos establecer un valor en el intercambio con la Tierra, Marte exportara minerales, derechos TV, publicidad y en el viaje de vuelta la Tierra mandara suministros sofisticados.
Cual será entonces el incentivo para trabajar duro, básicamente la supervivencia[3] y el afán de vivir un poco mejor y más cómodo en una nueva sociedad. Habrá que crear nuevos espacios, parques, fabricas, laboratorios, “espacio vital” en definitiva. Pasado un cierto tiempo y cuando la población crezca lo suficiente, el propio dinamismo de la incipiente sociedad habrá creado su propio y singular sistema económico. Teorizar a futuro con unas expectativas tan vagas es un esfuerzo inútil.
[3]Cuando hablamos de supervivencia en la Tierra, debemos recordar la famosa regla del 3, “en invierno podemos sobrevivir: 3 minutos sin aire, 3 horas sin refugio, 3 días sin agua y 3 semanas sin comida”, estas dificultades en Marte habría que multiplicarlas por 3.