Hace más de 10.000 años la humanidad dio un paso gigantesco, pasando de ser cazadores recolectores a asentarse en un lugar, y comenzar a domesticar plantas y animales, en ese momento inventamos la agricultura, y como consecuencia directa el comercio, los impuestos y las ciudades. Ese periodo de la historia se le conoce con el nombre de revolución neolítica, y se la considera la primera gran transformación radical de la forma de vida de la humanidad. Se especula que fue respuesta al final de la última glaciación, y se desarrolló durante el denominado optimo climático del holoceno, surgió en el territorio conocido con el nombre de creciente fértil, porque esa región era la que tenía la mayor cantidad de plantas y animales apropiados para la domesticación, apoyado claramente por su configuración geográfica, climática e hidrográfica.
A partir de ese momento inicial, la forma de cultivar la tierra ha evolucionado constantemente a lo largo de los siglos, pasando de procesos manuales y poco tecnificados, a métodos más y más eficientes apoyados en diversas máquinas y tecnologías cada vez más sofisticadas, esa evolución de la agricultura estuvo surcada de un conjunto de “saltos” que la hicieron avanzar más rápidamente.
Si bien los humanos han revolucionado la agricultura a lo largo del tiempo, con sus inventos e ingenio, también la agricultura ha cambiado a la civilización humana, ofreciéndole un preciado bien, la disponibilidad de más tiempo para ejercitar otras actividades, y sobre todo para dedicarse a su desarrollo personal y avanzar como civilización.
Básicamente podíamos definir la agricultura: Como el arte, la ciencia y la industria que se ocupa de la explotación de animales y plantas para garantizar la alimentación del ser humano.
Durante la expansión islámica en los Siglos (VIII a XIII), los comerciantes árabes llevaron consigo y adoptaron muchos cultivos, técnicas agrícolas y mecanización entre las diferentes partes del mundo que conquistaron y con las que comerciaron. A esta importante transformación de la agricultura se le llamo revolución agrícola árabe.
Donde más sobresalió y se desarrolló este nuevo concepto de agricultura, fue en Al-Ándalus, cuando los musulmanes llegaron a la península, se encontraron un escenario alimentario heredado de los Romanos, basado casi exclusivamente en los cereales y la vid, la política de los nuevos moradores consistió en introducir y aclimatar nuevas especies vegetales, sobre todo hortalizas, verduras[1], legumbres, arroz, plantas aromáticas, frutas y árboles frutales, sin olvidar las plantas textiles y medicinales. Me atrevería a decir que la tan famosa dieta mediterránea nos viene de esa época.
[1] Verduras, Entre las muchas que introdujeron, las alcachofas (jarshuf), los espárragos, la calabaza, los pepinos, las judías verdes, los ajos, la cebolla, la zanahoria, el nabo, los jaramagos, las acelgas (as-silqa), las espinacas (isfanaj) y muchas otras. Como anécdota podemos citar la berenjena (badinÿana), originaria de la India y difundida por el Mediterráneo a través de Irán. Tan apreciada llegó a ser ésta en Al-Ándalus, que los almuerzos de mucho bullicio y gentío, se les llamaba «berenjenales».
Estos avances trajeron cambios sustanciales en la economía, (aumentando la producción, la renta agrícola y modificando la distribución de la fuerza de trabajo), en las relaciones sociales y el medio ambiente local, (provocando el crecimiento de las ciudades, modificando la cubierta vegetal, o incrementando las industrias vinculadas a la agricultura), en las costumbres y la salud (redistribuyendo la tierra con la aparición de los minifundios, mejorando la alimentación y el vestido).
Entre los productos agrícolas que se difundieron los hubo de origen africano como el sorgo, chino como los cítricos y de la india como el mango, el arroz, el algodón y la caña de azúcar. Algunos autores se han referido a este fenómeno como la «globalización de cultivos«.
Entre las mejoras que aporto esta revolución se pueden citar: Técnicas de rotación de cultivos, los cultivos de invierno eran seguidos por cultivos de verano, esto permitía cuatro o más cosechas en periodos de dos años. Un sistema sofisticado de regadío (muchas palabras relacionadas con el riego en español vienen de esa época), y la introducción de una gran variedad de cultivos que se estudiaban y catalogaban según la estación, tipo de suelo y cantidad de agua que requerían.
Adoptaron un concepto científico de la agricultura, escribiendo manuales y tratados sobre cultivos, técnicas, y ganaderías, estos escritos permitieron una gran difusión por el mundo de esos conocimientos, transformaron conceptos tan importantes como la propiedad de la tierra, se pasó de una agricultura de subsistencia, a una agricultura dedicada al comercio e intercambio.
En esa época Europa salía de la crisis del imperio Romano y la posterior oscuridad de la Alta Edad Media, estaba cubierta de bosques y la escasa población se repartía en los claros de esos bosques. A partir del siglo X el clima en Europa fue más cálido (óptimo climático medieval), lo que permitió que la agricultura fuera más productiva, a estos cambios se les denomino revolución agrícola feudal en los siglos (XI a XIV). Esto hizo que los campesinos tuviesen excedentes con los que comercializar.
El gran crecimiento demográfico que esto produjo, hizo que los europeos buscaran lugares donde se pudieran asentar y para ello, talaron bosques, cultivaron nuevos terrenos y fundaron nuevos núcleos de población o repoblaron algunos asentamientos que estaban abandonados, esto supuso el nuevo despertar de Europa. Es entonces cuando se consolida el sistema feudal, se crean las incipientes naciones europeas, y cuando el equilibrio entre las tres grandes áreas de civilización, bizantina, islámica y occidental, se rompió definitivamente en beneficio de esta última.
Se empezaron a difundir innovaciones técnicas: El arado de ruedas y vertederas, las ruedas permitieron empujar el arado con menos esfuerzo, la hoja de la vertedera era de hierro y levantaba mejor la tierra, al pasar sólo una vez, logrando voltear la tierra, este adelanto posibilitó remover y airear mejor el suelo, hacer surcos más profundos y regulares, se pudo entonces trabajar en las tierras más duras. Además gracias a la collera (collar de los animales) y la herradura de clavos, pudieron emplear caballos que tenían más velocidad, habilidad y empuje que los bueyes.
Se introdujo el concepto de rotación trienal, que dividía el terreno en tres hojas dejando una en barbecho (cultivan cereales, legumbres y barbecho). Hacen selección de semillas y utilizan estiércol. El molino de agua era más eficaz que el de viento para moler el grano en menos tiempo. El sistema feudal permitió que el campesino pudiera disfrutar de parte de lo que su trabajo producía, esto le estimulaba para conseguir que sus cosechas fueran cada vez más abundantes.
La revolución agrícola británica, surgió entre los Siglos (XVIII a XIX) y describe un período de desarrollo agrícola en Gran Bretaña, durante el cual existió un incremento muy alto de la productividad agrícola, del rendimiento y de la producción total, estos hechos provocaron un aumento de población sin precedentes, (entre 1.751 y 1.821 la población de Inglaterra y Gales aumentó a más del doble). El aumento en la disponibilidad de alimentos, para cubrir las necesidades de ese incremento de población, sin necesidad de importarlos de terceros países, puso en circulación una importante cantidad de recursos económicos, y permitió la liberación del campo de un significativo porcentaje de la población, lo cual constituyó la mano de obra y fue condición indispensable para el inicio de la revolución industrial.
Algunos autores postulan que el inicio de esta revolución, se produce al finalizar el llamado mínimo de Maunder (practica desaparición de las manchas Solares), que coincide con la terminación de la pequeña edad de hielo, esto produjo un aumento importante de la temperatura y una estabilización del régimen de lluvias, y consigo un incremento natural del nitrógeno aportado por las deposiciones atmosféricas.
Entre las causas que llevaron a esa revolución, añadido al incremento de la disponibilidad de nitrógeno, destacamos, avances técnicos y en mecanización (aparición de aperos totalmente de hierro, uso de máquinas sembradoras[2], nuevas formas de drenaje, rotación de cultivos, mejora en la selección ganadera, selección de semillas). Cambios en la estructura de la propiedad agraria (el cercado). Nuevas formas de organización económica de las explotaciones. Mejoras en los métodos de fertilización con guano de las aves. Los agricultores ahora podían sembrar y cosechar en una fracción del tiempo que les tomaba antes. La productividad de la agricultura se disparó.
[2] Jethro Tull: (1.672) Ingles que inventó la primera máquina de sembrar del mundo, un aparato que permitía sembrar las semillas en hileras rectas y ordenadas. Jethro Tull fue una banda de rock progresivo británica (1.967 – 2.014), siendo uno de los grupos de rock más longevos y con mayores ventas de la historia del rock, y uno de mis grupos de rock favoritos, de ahí este pequeño homenaje.
Hasta mediados del Siglo XX, las grandes revoluciones agrícolas han sido motivadas o iniciadas por factores principalmente climáticos.Es a partir de este momento, cuando la influencia del hombre ha propiciado los grandes cambios de la agricultura actual y de futuro.
Revolución verde, es la denominación usada internacionalmente, para describir el importante incremento de la productividad agrícola y por tanto de alimentos entre 1.960-1.980, iniciada en Estados Unidos y extendida después por numerosos países. La producción agrícola ha ido aumentando continuamente, a un ritmo que ha superado con creces al muy importante aumento de la población, hasta alcanzar una producción de calorías alimenticias que serían suficientes para toda la humanidad, si estuvieran bien repartidas. Este incremento se ha conseguido sin poner nuevas tierras en cultivo, sino aumentando el rendimiento por superficie, es decir consiguiendo mayor producción por cada hectárea cultivada.
Agricultura Tradicional vs. Revolución Verde |
El aumento de productividad se ha conseguido, con la difusión de nuevas variedades de cultivos de alto rendimiento, sobre todo en trigo, arroz y maíz, consiguiendo cosechas con crecimientos a un ritmo del 2% anual entre 1.960-1.980, junto con tecnologías que han permitido aprovechar al máximo el rendimiento potencial de estos cultivos, y unido a nuevas prácticas de cultivo, que usan grandes cantidades de fertilizantes, pesticidas, tractores y otra maquinaria pesada.
Los beneficios traídos por la revolución verde son indiscutibles, pero también han surgido algunos problemas. Un aumento de los daños ambientales, como la contaminación por plaguicidas y fertilizantes, sobrexplotación de acuíferos, erosion y salinización de suelos, perdida de biodiversidad genética. El otro de los problemas es la gran cantidad de energía que hay que emplear en este tipo de agricultura, consumo en el uso de maquinaría agrícola, en la construcción de infraestructuras (presas, canales, carreteras, almacenes), para fabricar fertilizantes y pesticidas, para transportar y comerciar por todo el mundo. Se suele decir que la agricultura moderna es un gigantesco sistema de conversión de energía, (petróleo fundamentalmente), en alimentos.
En este punto podemos decir que la revolución industrial nos trajo la mecanización, sustitución de la fuerza animal, por la fuerza mecánica con la introducción del tractor, cosechadoras y demás aperos. Posteriormente apareció la revolución química, con la utilización masiva de fertilizantes inorgánicos, tratamientos químicos y mejora en semillas. La siguiente revolución ha sido protagonizada por la biología, con la introducción de las mejoras genéticas en nuevas variedades de semillas, y por último estamos vivido la revolución digital, con la aparición de los automatismos, la electrónica y las tecnologías de información y comunicaciones la denominada agricultura de precisión.
La última gran revolución, se ha producido entre los años 2.020 a 2.030 y se la ha denominado Revolución Agraria Diez mil[3], esta fue la revolución más compleja y planificada de la historia de la agricultura y se sustentó principalmente, en la biogenética, la agricultura de precisión, la robótica, una organización territorial-empresarial diferente y un nuevo modelo de gobernanza internacional. Esto nos ayudó a resolver uno de los mayores retos que afronto la humanidad en toda su historia, alimentar a un incremento de población de 3.000 millones de personas en un periodo de 40 años (2.000-2040), con el mismo número de tierras disponibles y consiguiendo, y esto es lo más importante, una distribución eficiente de estos alimentos.
[3] Revolución Agraria Diez mil, se considera la agricultura que con la adopción de diferentes tecnologías y nuevas formas de gestionar, consiguió alimentar a una población de 10.000 millones de personas en el mundo, con una distribución razonable de alimentos entre la población.
El cambio de paradigma que sufrió la agricultura, vino del gran impacto que tuvo la tecnología en toda la actividad humana, y tuvo como consecuencia un nuevo modelo en gestión de la propiedad, un cambio en la estructura territorial agrícola, un perfil más especializado y profesional del agricultor, y una estrategia de valor añadido en la empresa agrícola. Esto se consiguió afrontando tres problemas fundamentales: Un aumento de la producción de alimentos en forma eficiente por unidad de superficie, el abaratamiento de los costos y el cuidado del medioambiente. Se inició principalmente en aquellos lugares donde había tierra, agua, cultura agrícola y flujo de capital disponible y posteriormente se extendió por el resto del planeta.
Quizá una Inteligencia Artificial totalmente autónoma, despliegue un ejército de robot y maquinaria autoguiada, que permita planificar y controlar todo el proceso agrícola en cualquier momento y desde cualquier lugar.
Dispondremos de parcelas agrícolas inteligentes, plagadas de multitud de sensores, actuadores, drones de vigilancia y pequeños robot, creando un ecosistema robótico que estará gestionado por la gran IA. Esta planificara y optimizara el uso de todos los input obteniendo el máximo de producción por unidad de superficie.
Micro fábricas robotizadas y completamente autónomas, trasformaran in situ los productos obtenidos, en función de los gustos y necesidades de cada zona, y distribuirán estos con el menor coste ambiental posible y sin que se desperdicie ni un solo kilo de alimento.
Quizá se desarrolle una agricultura subterránea, formada por una inmensa red de túneles y galerías, repartidos en el subsuelo de todas las ciudades y poblaciones del mundo, o aparecerán gigantescos rascacielos, granjas verticales, donde se produzcan los alimentos que demandamos.
Esta será una agricultura sin suelo, con aire renovado, con luz artificial y suministrando los abonos adecuados en cada momento a los cultivos, o donde se críen los animales de granja, para abastecernos de todos los alimentos que precise la humanidad y conseguir que la superficie de la Tierra se pueda convertir en un perfecto parque natural, reconstruyendo los bosques y ecosistemas más adecuados.
Quizá consista en que, en las proximidades de la Tierra o navegando por todo el sistema solar, tengamos un enorme conjunto de hábitats espaciales, formados por gigantescos asteroides ahuecados por dentro, girando sobre sí mismos para simular la gravedad o por estaciones espaciales agrícolas, especialmente diseñadas para estas tareas, orbitando la tierra y el resto de cuerpos celestes habitados.
Donde se producirán, en un ambiente totalmente controlado, todos los alimentos que necesite la humanidad.
Quizá la humanidad se alimente de una sustancia sintética diseñada, con todas las prestaciones nutricionales y calóricas que necesita el ser humano, un mana que se fabrique en laboratorios, sin recurrir a plantas o animales.
Quizá ya no estemos aquí, y no sea necesario alimentarnos….
Me hubiese gustado ser igual de original, conciso y ameno a la hora de presentaros esta historia, como lo fueron los creadores de este video al contarnos la historia de la evolución de la vida. Evidentemente no lo he conseguido, pero he hecho lo que he podido…